domingo, 29 de junio de 2008

Introducción:








  • Los principales objetivos de nuestro trabajo son esencialmente, conocer y comprender la vida y obra del Político y Abogado, Alexander Kerensky, perteneciente al Partido Social-Revolucionario, que participo en la revolución rusa, principalmente en el derrocamiento del zar Nicolás II y en el llevar a cabo el gobierno provisional, es por esta razón que nos enfocaremos principalmente desde la revolución de febrero hasta aproximadamente octubre de 1907, fecha en la cual los bolcheviques bajo el mando de Lenin toman el poder de Rusia derrocando a Alexander Kerensky.
    Para que el contenido de este trabajo sea mas atractivo para los lectores hemos situado de forma ordenada y además atractiva, a través de fotos y otros medios la información, por esto los invitamos a entretenerse leyendo y aprendiendo un poco más sobre lo que fue la vida del ruso Alexander Kerensky.

Breve cronología y bibiografía de Alexander Kerensky

  • Cronología:

- 22 de abril de 1881
Nace en Simbirsk (hoy Ulyanovsk), Rusia

- 1904
Se graduó en derecho por la Universidad de San Petersburgo

- 1912
Fue elegido para la cuarta Duma como miembro de los Trudoviks (un partido laborista moderado)

- Febrero 1917
Fue uno de los líderes mas destacados de la revolución de Febrero
Es elegido Vicedirector del Soviet de Petrogrado (un consejo de trabajadores)

- Mayo de 1917
Es nombrado ministro de la Guerra

- Julio de 1917
Es nombrado Primer ministro

- 25 de Octubre de 1917
Los bolcheviques lo sacan del poder en la que es conocida como la Revolución de Octubre

- 7 de Noviembre de 1917
Huye a París

- 11 de junio de 1970
Fallece en Nueva York, Estados Unidos


  • Biografía:

Alexander Fiódorovich Kerensky nació un 22 de abril de 1881 en Simbirsk (hoy Ulyanovsk), Rusia, hijo de Fiódor un director de escuela, estudio derecho en la universidad de San Petersburgo, de donde se graduó el año 1904. Durante su juventud, se unió en secreto al Partido Socialista Revolucionario, que en aquella época estaba prohibido por ser considerado como un grupo subversivo. Fue elegido para la cuarta Duma en 1912 como miembro de los Trudoviks (un partido laborista moderado). Brillante orador y experimentado líder parlamentario, llegaría a ser miembro del comité provisional de la Duma como social-revolucionario y líder de la oposición socialista al régimen de Nicolás II.
Cuando la Revolución de Febrero se desencadenó en 1917, Kerensky fue uno de sus líderes más destacados, siendo elegido vicedirector del Soviet de Petrogrado (un consejo de trabajadores). Cuando se formó el Gobierno Provisional, fue al comienzo ministro de Justicia, más tarde, ministro de la Guerra en mayo, en este cargo intento rehacer su ejército para llevar a cabo una ofensiva contra los alemanes, pero un gran número de soldados se negaron a obedecer a sus oficiales, abandonaron sus puestos y regresaron a sus hogares, luego de esto en 1917 es nombrado primer ministro.
Una de las primeras medidas que adoptó tras aceptar su nuevo cargo fue la supresión del Partido Bolchevique presidido por Lenin. Éste se ocultó en Finlandia; otros dirigentes bolcheviques, entre los que se encontraba Liev Trotski, fueron arrestados. Sin embargo, Kerensky no consiguió neutralizar el deterioro constante de la situación económica y militar del país, lo que permitió a los bolcheviques minar el prestigio de su gobierno y hacerse con el control de los soviets de trabajadores, soldados y campesinos. No tomó medidas efectivas cuando el general Lavr Kornílov intentó marchar sobre la capital en el mes de septiembre y proclamar una dictadura militar dirigida por él. Tras este golpe Kerensky se proclamaría a sí mismo como comandante en jefe supremo.
El problema central de Kérenski en su cargo fue que Rusia estaba agotada tras tres años de guerra, con el pueblo deseando sólo la paz a cualquier precio. Lenin y su Partido Bolchevique prometían «paz, tierra y pan» bajo un sistema comunista; asimismo, el ejército se descomponía con las deserciones de soldados de origen obrero y campesino. Pero Kérenski y otros líderes políticos se sintieron obligados a cumplir los compromisos establecidos con sus aliados para continuar la guerra contra Alemania, temiendo acertadamente, además, que ésta demandaría enormes concesiones territoriales como precio para la paz. La negativa de Kérenski a retirar a Rusia, significaría su perdición.
Durante el golpe de Kornílov, Kérenski había repartido armas entre los trabajadores de Petrogrado. Más adelante, en octubre, la mayoría de estos obreros se pasarían al bando bolchevique. Lenin tenía la determinación de derribar el gobierno Kérenski antes de que tuviese la oportunidad de legitimarse tras las elecciones previstas para la Asamblea Constituyente, y el 25 de octubre los bolcheviques tomaron el poder en lo que sería conocido como la Segunda Revolución o Revolución de Octubre.
Kérenski escapó de los bolcheviques y fue a Pskov, donde reunió tropas leales en un intento de tomar la capital. Capturaron Tsárkoye Seló pero fueron derrotados sin derramamiento de sangre, al día siguiente en Pulkovo. Kérenski escapó por poco, y durante las siguientes semanas viviría oculto hasta huir del país, alcanzando finalmente Francia. Durante la Guerra Civil Rusa no apoyó a ninguno de los bandos: se oponía tanto al régimen bolchevique como a los generales reaccionarios del Movimiento Blanco que pretendían restaurar la monarquía.
Kérenski vivió en París hasta 1940, enzarzado en las eternas disputas y escisiones de los líderes democráticos rusos del exilio. Cuando los alemanes derrotaron a Francia, escapó a los Estados Unidos en 1940 donde viviría hasta su muerte. Cuando Hitler invadió la Unión Soviética en 1941, Kérenski ofreció su ayuda a Stalin, más sin recibir respuesta alguna. En su lugar, efectuó transmisiones radiofónicas en ruso apoyando el esfuerzo bélico. Tras la guerra organizó un grupo llamado la Unión para la Liberación de Rusia, sin obtener mucha repercusión.
Kérenski se instalaría finalmente en Nueva York, aunque dedicaría mucho tiempo en la Hoover Institution de la Universidad de Stanford, California, donde consultó y amplió su vasto archivo de historia rusa, y donde impartió clases. Escribió y emitió por radio en abundancia sobre política e historia rusa. Sus principales obras incluyen El preludio al bolchevismo (1919), La Catástrofe (1927), La crucifixión de la libertad (1934) y Rusia y el punto de inflexión de la historia (1966). Murió en Nueva York en 1970, siendo uno de los últimos protagonistas supervivientes de los sucesos de 1917.
En films pro-soviéticos de la época se ha caracterizado a Kérenski como un personaje débil, dubitativo, carente de poder y dominio, lo que por cierto no hace honor a la verdad.
La Iglesia Ortodoxa Rusa local en Nueva York rechazó cubrir el entierro de Kérenski, considerándole uno de los principales responsables de la caída de Rusia frente al comunismo. Una Iglesia Ortodoxa Serbia tampoco accedió. El cuerpo de Kérenski fue entonces trasladado a Londres donde sería enterrado en un cementerio aconfesional.

Contexto histórico en el cual se desarrolla

El contexto histórico en la vida de este personaje es básicamente el periodo de la I guerra mundial, y la Revolución Rusa, ya que fueron los grandes acontecimientos que tuvo que vivir, y en los que además participo activamente. Este personaje entra en la historia como uno de los principales participantes de la revolución de febrero, revolución que se realizo en un periodo en que se llevaba a cabo la I guerra mundial, en la cual Rusia estaba directamente involucrada por el hecho de formar parte de la triple entente, quien luchaba en contra de los aliados, en este periodo en el interior de Rusia los habitantes de esta estaban comenzando a manifestar un notable descontento con la gestión que estaban llevando a cabo los zaristas, además el pueblo ruso estaba bastante agotado de tener que participar en la guerra siendo que su país no estaba yendo por un buen camino y presentaba considerables problemas administrativos. En la Revolución de febrero en la cual participo Alexander Kerensky se derroco al zar Nicolás II y se instauro el gobierno provisional el cual aplico inmediatamente diversas reformas liberales y abolió el cuerpo de policía, sustituyéndolo por una milicia popular. La libertad de expresión permitió a los socialistas proclamar finalmente su oposición a la guerra y reclamar una paz democrática sin reparaciones ni anexiones. Imperaba una atmósfera de júbilo y reconciliación que afectaba incluso al partido más beligerante, el bolchevique, cuyos líderes regresaron de su exilio en Siberia para dirigir la política de la organización en ausencia de su verdadero jefe, Lenin, que se encontraba aún en Suiza. El 16 de abril de 1917, Lenin consiguió llegar a Petrogrado. Su viaje había sido organizado por el Estado Mayor alemán, que sabía que Lenin era un elocuente orador que defendería la retirada rusa de la contienda que se venía desarrollando en Europa.
Lenin expuso las llamadas Tesis de Abril, en las que declaró que los bolcheviques no apoyarían al Gobierno Provisional, y pidió la confraternización de los soldados de los diversos estados en el frente para poner fin a la guerra imperialista e iniciar la revolución a escala internacional. Su partido repudió estas tácticas inicialmente alegando que desembocarían en un aislacionismo suicida para los bolcheviques; sin embargo, al cabo de un mes, Lenin les había persuadido de que la única forma de que triunfara la revolución socialista era que Rusia abandonara la lucha en Europa y los bolcheviques se mantuvieran independientes, evitando alianzas con otros partidos, especialmente con la mayoría menchevique del Soviet de Petrogrado. Durante los meses siguientes, la propaganda de los bolcheviques, fortalecidos tras el regreso del exilio en Europa y Estados Unidos de Liev Trotski, promovió constantemente esta idea, por lo que fueron el Soviet de Petrogrado y el Gobierno Provisional los que quedaron aislados a mediados del verano, frente a las fuerzas que reclamaban el fin de la lucha en Europa.
En esos momentos, había cuatro ministros socialistas en el gobierno, lo cual sirvió únicamente para moderar las críticas y la oposición del Soviet. Sin embargo, Lenin continuó reclamando “todo el poder para los Soviets”, a la vez que atacaba a los socialistas que habían sido seducidos por el poder. En el Congreso de Soviets de toda Rusia, que se celebró el 16 de junio, un delegado menchevique afirmó enérgicamente que ningún partido podría gobernar en solitario ante tales circunstancias, a lo que Lenin replicó que los bolcheviques sí eran capaces de hacerlo. Sus palabras fueron recibidas con abucheos y burlas. En este I Congreso de Soviets, se creó un órgano central para la organización de los mismos: el Comité Ejecutivo Central de Soviets de toda Rusia
El Gobierno Provisional, incapaz de solucionar los problemas internos y anhelando poner fin a sus compromisos con los aliados occidentales, lanzó una ofensiva a finales de julio que fracasó y provocó la desorganización del Ejército. Parecía que la propaganda bolchevique estaba justificada y los soldados, en palabras de Lenin, “votaron con los pies” cuando desertaron del frente. La situación en Petrogrado era tal que el Congreso de Soviets se vio obligado a reclamar la abolición de la Duma y la convocatoria de una asamblea constituyente para el 30 de septiembre. La gran influencia de los bolcheviques quedó demostrada en una manifestación organizada por el Soviet, a la que acudieron 400.000 trabajadores de Petrogrado, y a la que siguió una marcha armada de 500.000 trabajadores, soldados y tropas procedentes de la fortaleza insular de Kronstadt los días 16, 17 y 18 de julio. Las fuerzas de los bolcheviques se encontraban en el núcleo más beligerante de esta gran masa armada, formada por tropas de guarnición poco dispuestas a poner en práctica el plan del Gobierno Provisional; éste consistía en enviar a los soldados al frente siguiendo un sistema rotativo, mientras que los bolcheviques deseaban mantenerlos en la capital para hacerse con el poder.
Al parecer había llegado el momento de que los bolcheviques asumieran el mando, pero Lenin no confiaba aún en que su partido contara con suficiente apoyo fuera de la capital o en que el Gobierno Provisional hubiera perdido el respaldo del Ejército; por ello, trató de convencer al Soviet de que sus intenciones eran pacíficas. A su vez, el gobierno estaba preparando un proceso contra Lenin, al que se acusaba de ser un agente al servicio de Alemania. Sin embargo, Lenin fue puesto sobre aviso y pudo huir a Finlandia. En Petrogrado, los bolcheviques tuvieron que hacer frente a una prensa hostil, y a la opinión pública, que les acusaba de intentar traicionar al Ejército y de estar preparando un golpe de Estado.
Resulta paradójico que los bolcheviques acabaran salvándose gracias al propio gobierno. Mientras Lenin y su partido atacaban al gobierno por su lamentable administración en todos los campos, un ansia de revanchismo se había apoderado de los oficiales del Ejército, liderados por su comandante en jefe, el general Lavr Kornílov. El lema “democracia soviética” impedía a los oficiales cumplir con su deber militar tanto en el frente como en la retaguardia, y la ola de indignación se materializó en un plan de acción. Kornílov apremió a Kerenski, que se había convertido en primer ministro el 20 de julio, para que le permitiera dirigirse a la capital con una división de tropas leales, eliminar a la oposición e implantar una dictadura militar. Kerenski accedió en un principio, pero revocó la orden más tarde ante el temor de ser él mismo uno de los objetivos de Kornílov. Éste ignoró la anulación de la orden y avanzó hacia la capital. Kerenski mandó que fuera arrestado y solicitó al Soviet y los bolcheviques, a los que suministró armas, que defendieran Petrogrado. Mientras tanto, los soldados y trabajadores que habían de hacer frente a las tropas de Kornílov consiguieron convencerlas de que no avanzaran, con lo que concluyó el golpe de Estado.
Sin embargo, estos acontecimientos tuvieron dos importantes consecuencias: la acción del gobierno fue considerada como una traición por el cuerpo de oficiales, por lo que el gabinete de Kerenski perdió prácticamente todo el apoyo militar, mientras que sus más acérrimos enemigos, los bolcheviques, tenían a su disposición en esos momentos a 40.000 soldados disciplinados y armados, la Guardia Roja. Lenin comenzó a preparar la campaña para llevar a cabo una rebelión armada. Desde su refugio finés, envió numerosos artículos al diario Pravda y dirigió diversas cartas al comité del partido bolchevique; había llegado el momento de que el Soviet se hiciera con el poder. A pesar del fervor con el que había alentado a sus seguidores, Lenin no estaba seguro de que la revolución pudiera triunfar ni de que ésta fuera acogida favorablemente en todo el país. Fue Trotski, entonces presidente del Soviet de Petrogrado, quien encontró la solución; tras formar el Comité Militar Revolucionario, convenció a Lenin de que hiciera coincidir el alzamiento con el II Congreso de los Soviets, convocado para el 7 de noviembre, y declarara que el poder había sido transferido a los Soviets de Diputados de Obreros, Soldados y Campesinos, con lo que disminuiría el riesgo de que se le acusara de haber usurpado el poder en nombre de la clase trabajadora.
En la noche del 6 de noviembre, la Guardia Roja ocupó los emplazamientos claves de la capital y tomó el Palacio de Invierno, en donde fueron arrestados los ministros del Gobierno Provisional . Al día siguiente, Trotski anunció, según lo previsto, el traspaso del poder a los Soviets.
El Congreso de Soviets de toda Rusia se reservó para sí el poder supremo en la nueva estructura gubernamental. El cumplimiento de las decisiones aprobadas en el Congreso se encargó al Soviet de Comisarios del Pueblo, que constituía el primer Gobierno Obrero y Campesino, y tenía un carácter provisional hasta que fuese convocada una Asamblea Constituyente. Su autoridad estaba supeditada al Congreso de los Soviets y a su Comité Ejecutivo Central. Cada uno de los comisarios presidía una comisión, el equivalente de los ministerios de otros regímenes. Lenin fue elegido presidente del primer Sovnarkom, gabinete en el que también ingresaron Trotski y Stalin.
Los Decretos sobre la Paz y sobre la Tierra , adoptados por el II Congreso de Soviets de toda Rusia antes de su disolución, recibieron un amplio apoyo por parte del nuevo gobierno, y fueron decisivas a la hora de garantizar la victoria de los bolcheviques en otras ciudades y provincias. El 15 de noviembre, el Consejo de Comisarios del Pueblo proclamó, mediante la Declaración de los Derechos de los Pueblos de Rusia, el derecho a la autodeterminación de éstos, sobre la base de la plena igualdad y soberanía, lo que abría la posibilidad de que las nacionalidades que habían sido integradas por la fuerza en el Imperio zarista pudieran separarse voluntariamente; no obstante, esta cámara expresó su confianza en que los trabajadores de distintos pueblos nacionales decidieran permanecer en Rusia. Se nacionalizaron los bancos y se concedió el control de la producción a los trabajadores. La industria se fue nacionalizando gradualmente. La Asamblea Constituyente, que se reunió en Petrogrado en enero de 1918, y en la que los bolcheviques eran únicamente una pequeña minoría, fue disuelta por el nuevo gobierno, alegándose que, en tanto que representaba la fase burguesa de la revolución por haber sido convocada por el Gobierno Provisional, debía ser sustituida por una auténtica institución revolucionaria, como sucedió de hecho cuando en su lugar fue reunido el III Congreso de Soviets de toda Rusia, que aprobó la Declaración de los Derechos del Pueblo Trabajador y Explotado, como preámbulo de la Constitución por la que quedó proclamada la República Socialista Soviética Federada de Rusia.
Una vez que los bolcheviques se hicieron con el control, el nuevo gobierno puso fin a la participación de Rusia en la I Guerra Mundial a través de la firma de la Paz de Brest-Litovsk el 3 de marzo de 1918. De acuerdo con lo establecido en este tratado, los rusos se vieron obligados a entregar los estados bálticos, Finlandia, Polonia y Ucrania. El pueblo se indignó por la pérdida de estos territorios, y la oposición al partido bolchevique provocó una guerra civil que se inició en 1918 y concluyó en 1920. El gobierno de Lenin, establecido en Moscú, adoptó medidas para eliminar a sus rivales políticos. Aunque el campesinado no era seguidor de los comunistas, decidió apoyarles ante el temor de que una victoria de los ‘blancos’ acarreara la restauración de la monarquía. El Ejército Blanco, desorganizado y con escasos apoyos, fue derrotado en 1920 por el Ejército Rojo.
Lenin y el Partido Comunista Ruso se hicieron con el control del país. Las huelgas de los trabajadores, las revueltas campesinas y la rebelión de la guarnición de Kronstadt, que reclamaba un gobierno formado exclusivamente por socialistas, fueron reprimidos en poco tiempo. En 1921, Lenin estableció la Nueva Política Económica para fortalecer al nuevo Estado, empobrecido tras siete años de desórdenes y declive económico. El 30 de diciembre de 1922 se constituyó oficialmente la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, en la que los territorios étnicos del antiguo Imperio Ruso se unieron a la República Socialista Soviética Federada de Rusia.

Importancia política y Discurso

  • Importancias Polìticas:
Las importancias politicas de Alexander kerensky son de suma importancia para Rusia y el general el mundo entero, lo cual se puede apreciar en el articulo anterior (Contexto Histórico), ya sea por su trascendental participación en la Primera Guerra Mundial, en la Revolución de febrero en la cual se derroco al zar Nicolás II, en la Revolución Rusa entre otras.

  • Discurso:

Los discursos de Kerensky eran ardientes y emotivos. No se trataban de políticas detalladas, sino de principios morales y valores espirituales. A menudo parecían los sermones de un sacerdote que el discurso de un político. Kerenski había querido ser actor. Sus discursos estaban llenos de sentimientos dramáticos, gestos teatrales e incluso desvanecimientos al llegar la apogeo de su discurso. Al hablar con todos de la misma forma familiar y simpática, conquistaba a los delegados provinciales que iban a Petrogrado en peregrinaje para verle. La masiva conciencia política en los primeros meses de la revolución también era sincrética . Ésta era la base del culto a Kerenski. Los soldados en el frente reconocían que al leer los discursos de Kerenki les “temblaba el alma”. Incluso las publicaciones oficiales de la Iglesia glorificaban a Kerenski. La prensa lo llamaba “caballero andante de la revolución”, “el genio de la libertad rusa”,”el corazón de León”, etc...Se fabricaron placas y medallas de Kerenski, modeladas según las conmemorativas de la familia imperial. Ciertos miembros de la intelectualidad de Petrogrado consideraban a Kerenski “sagrado” y no toleraban que se les criticase. Kerenski declaraba con frecuencia que él era la única alternativa al caos y la dictadura. Exigía fe aparte de confianza. Durante su gira por el frente fué aclamado como un héroe. Una enfermera británica observaba perpleja cómo “le besaban a él, su uniforme, su coche y el suelo que pisaba”. Tres factores principales crearon “el fenómeno Kerenski”: el propio “Ministro del Pueblo”, los propagandistas de su culto y la cultura política del auditorio. Los creadores del culto adoptaron varios modelos. La imagen de Kerenski como líder tenía influencias de la tradición del movimiento de liberación, de la imagen artística del amo de la mente de los hombres devido a sus discursos, de la tradición rusa del príncipe beato. Además la Revolución de Febrero creó una situación en la cual la dejó de ser el origen del poder. Según los observadores, muchos campesinos creían que Kerenski era el “nuevo zar”.

Conclusión y Bibliografía

  • CONCLUSION:

Con este trabajo pudimos principalmente conocer quien fue este personaje ruso Alexander Fiódorovich Kerensky, e indagar en su vida y obras. Básicamente aprendimos que este fue uno de los responsables del derrocamiento del régimen zarista en Rusia entre otras muchas cosas, además podemos agregar que pudimos indagar bastante sobre lo que ocurría en el mundo y Rusia en el periodo en el que el vivió, los descontentos que manifestó la gente y la capacidad que tuvo esta misma para afrontarlos organizando una revolución que les permitió cambiar bastantes cosas que les disgustaba, es por esto que creemos que el objetivo esta cumplido y estamos muy satisfechos con le que anteriormente les presentamos en este trabajo.

  • BIBLIOGRAFIA:

Microsoft student con Encarta Premium 2007.
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